Algún día, ¿llegaremos a ser invisibles?
La idea extravagante de volver “invisibles” los objetos, podría estar más cerca de lo que pensamos…
La invisibilidad es la capacidad de un cuerpo físico visible para pasar, en condiciones de luz normales, a no ser visto por un supuesto observador.
Ahora, ha sido posible recrear este viejo sueño humano, tan destacado en libros de ciencia ficción, tebeos e incluso cuentos infantiles.
Científicos de la universidad de Berkeley, en California…
Han demostrado que es posible gracias a un material óptico de tres dimensiones que refleja la luz de forma negativa (es decir, que los rayos luminosos esquiven, por así decirlo, a un objeto).
Éste efecto, (gracias a los avances en el campo de la física y la nanotecnología) sólo se ha conseguido a escala de laboratorio. Sin embargo, el Departamento de Defensa estadounidense cree que más adelante, se pueda hacer invisibles aviones, tanques, e incluso soldados.
De cualquier forma, por el alto costo del experimento y lo mucho que falta en teoría y práctica sobre el tema, los investigadores son muy cautos al afirmar que falta mucho para lograrlo.
Para conseguir este efecto, se han descubierto unos materiales “mágicos” que cambian la forma en que se comporta la luz. Lo que los científicos llaman metamateriales.
Estos materiales, que aún no tienen una clara definición, se consideran compuestos artificiales con propiedades electromagnéticas inusuales, por su estructura diseñada previamente y por ser un material no natural.
Normalmente la luz viaja hasta chocar contra un cuerpo que la hace rebotar o reflejar, lo que hace que un observador vea ese cuerpo.
Estos metamateriales cubren el objeto haciendo desviar las ondas electromagnéticas de modo que el observados no ve el cuerpo que tiene delante, además este invento es capaz de ocultar también las sombras de ese cuerpo.
Pero para conseguir que un objeto con un tamaño relativo, o una persona, sean invisibles, se necesitaría un metamaterial que tuviera, lo que los científicos llaman, un “índice de refracción negativa”, o sea, un material capaz de curvar rayos de luz de forma que no generen ni sombras ni reflejos.
En 2006 se habían creado metamateriales diminutos a nivel nanométrico, (1nm = 1x10-9 m la millonésima parte de un metro) que lograron hacer invisible a un cilindro, en dos dimensiones, de unos diez centímetros «iluminándolo» con un rayo de microondas, frecuencia que el hombre no puede ver.
Ahora han logrado desaparecer de la vista humana pequeños objetos en tres dimensiones recubriéndolos con estos metamateriales.
El posible uso más cercano… el descubrimiento de materiales de éste tipo, tendrían aplicaciones más cercanas en el terreno militar, pues se podría utilizar para rebertir el efecto Doppler.
Este fenómeno, enunciado por el austríaco Christian Doppler en 1842, consiste en la variación de la longitud de onda de cualquier tipo, emitida o recibida por un objeto en movimiento. Por ejemplo, las sirenas de los coches . Se usa… en los radares, en la investigación física e incluso en la astronómica para visualizar objetos calculando la velocidad a que estos se mueven y la distancia a la cual se encuentran.
El efecto de “invisibilidad” ha sido experimentado e investigado por decenas de científicos, intentando conseguir éste fenómeno que es, para muchos, apenas ficción.
Éstas investigaciones se remontan…primero, al “traje mimético electro-óptico” inspirado en la capacidad de algunos animales en asemejarse a su entorno. Fue patentado en 1994 por Richard Schowegerdt, quién fundó en 1990 el “Proyecto Camaleón” para buscar la llamada invisibilidad. Segundo, a las transformaciones de una pantalla rígida en una red de micro pantallas con sensores que hacen la función de una videocámara capaz de proyectar un ambiente suprimiendo un objeto o persona. Por Philip Moynihan y Maurice Langevin.
Poco después, por último, el universitario Susumi Tachi, de Tokio, efectuó la primera demostración mundial del “mimetismo óptico” con un complicado sistema de videocámaras, visores y superficies retrorreflectores, que pueden transformar un impermeable en una ventana por donde ver que hay detrás.
El lograr sustancias “invisibles”, o tecnologías capaces de conseguir “suprimir” del campo de visión un objeto u otra persona, podría llegar a ser muy importante en la medicina, en la investigación de animales en su habitad natural, en la arquitectura (revolucionando el diseño de edificios), o, quién sabe, conseguir que nosotros mismos lleguemos a ser, como muchos han soñado, “El Hombre Invisible”.
Irene Tamajón Castilla
Equipo de divulgadores/as de Ciencia del IES “Antonio Mª Calero” de Pozoblanco (Córdoba)
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