Los egipcios, los primeros en dividir el tiempo en 24 horas.
Los griegos, los primeros en usar relojes.
Los japoneses, los primeros en colocar en nuestras muñecas el tiempo tras una pantalla digital.
Buenas días a todos. Me llamo Manuel Barco y aparte de mi actividad laboral, tengo una afición, la Astronomía, por ello soy miembro de la Agrupación Astronómica de Córdoba y tengo el enorme honor de presentar este homenaje. Si, un homenaje.
Un homenaje a todas aquellas civilizaciones que se preocuparon por investigar, pensar y descubrir todo aquello que nuestro planeta y su cielo les ofrecía.
En el pasado año 2009, se cumplieron 400 años desde que Galileo Galilei mirara por vez primera a través de un telescopio. Por tal motivo, la UNESCO declaró ese año, como el Año Internacional de la Astronomía.
Fueron muchas las actividades que se hicieron en España y en Pozoblanco por esa conmemoración: exposiciones de astrofotografía, medición del radio de la tierra, se le puso a las calles nombres de personajes relacionados con esta ciencia, se realizó el proyecto IACO, consistente en medir la contaminación lumínica de nuestros cielos, observaciones públicas, etc.
Aunque no pudo ser para esa fecha, hoy vemos cumplido el deseo de muchas personas por rendir tributo a esta gran ciencia y a aquellos primeros pueblos que se interesaron por ella. Queríamos algo original y que a su vez fuera didáctico.
Hoy, el resultado es este magnífico reloj de sol, al que nunca habrá que darle cuerda, nunca se adelantará ni retrasará, y nunca podremos usar por la noche.
Pero hoy no sólo debemos dar un homenaje, sino dar las gracias. Dar las gracias a todas y cada una de las personas que han apoyado este proyecto:
-Gracias a Antonio J. Tamajón, profesor titular del Dpto. de Física y Química de este centro, por aportar la idea. Sin duda, será una de las personas que promulgará la parte didáctica que el reloj tiene.
-Gracias al ayuntamiento, a su anterior corporación por aceptar el proyecto, y a la actual por ejecutarlo.
-Y gracias a David, amigo, que de forma desinteresada se desplazo para ayudarnos en las complicadas tareas para hacer el reloj.
Considero un honor que un renombrado astrofísico de marcada reputación internacional esté hoy aquí con nosotros. Él no es más que otra persona preocupada por saber y descubrir los misterios que nuestro planeta y el universo que lo rodea nos siguen planteando. Al igual que ya hicieron sumerios, egipcios, griegos y hasta japoneses
Os dejo con él. Con su ciencia, con su presencia y su enorme pasión en lo que hace. Muchas, muchas gracias.
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